jueves, octubre 30, 2008




Una foto saliendo como desde otro mundo dado lo anterior del momento tomado (y más anterior ahora, q es años despues del último) y las diferencias fundamentales que la encarcela en un estrato distinto, en una aglomeración un poco más burda y hermosa de parametros normadores. Hoy hablaba con alguien de rebotar en las paredes autoimpuestas como única norma posible de avance o retroceso. El acto de rebotar implica mucha energia como tal. Pero realmente lo más descabellado del caso es la necesidad imperiosa de elegir entre las millones de combinaciones posibles para rebotar de tal o cual manera. ¡Pero yo quería esta!, ¡Y esta!, ¡Y esta!... descabellado y por muchas otras razones hermoso, fragil y emocionante es el acto de elegir, de avanzar con un tricordio en una mano y una espada en la otra lanzando heridas y disfrutes a todo quien se nos cruce. La invariabilidad de la vida y la tontería del ser se nos presentan como si fueramos jueces divinos y piadosos. ¡Pero no podemos escapar hacia el solipsismo!, aunque la perspectiva de la relativización total en función del ser como yo-ser puede ser hermosa y práctica a primera vista no podemos abandonarnos simplemente evadiendo una sociedad que reclama sedienta nuestras entrañas. El ser-en-el-mundo, el dasein, aunque poco desarrollado realmente por Heidegger en su estructura ser-mundo, nos muestra una realidad que en este momento me parece ineludible (o quizás si, pero... eludible a qué?), la sociedad nos arranca pedazos, los tritura en sus fauces indómitas y los regurgita en un bolo de apariencia desagradable y putrefacta: ¡pero es nuestro bolo!, somos nosotros en nuestro ser más completo, la dependencia del yo y del super-yo son prueba fehaciente de ello. Los metarelatos nos han abandonado dejandonos casi en el aire, dejando un vacio angustioso que se siente como ausencia y como ex-presencia. Lo más facil es caer pero, debemos? "No somos más que la suma de todos nuestros actos". Error, somos la suma de nuestros actos y de los del resto del mundo. Aunque tan equivocado quizás no... creo que en las etapas últimas todo se mezcla armoniosamente, todo es divinidad y mugre.

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